Curiosamente, es la primera vez que se aborda el tema del bandolerismo desde una perspectiva histórica rigurosa. Lo más habitual es que el mito y el tópico camuflen la realidad histórica del periodo abordado: el reinado de Fernando VII.Cuando fuimos bandoleros afronta con valentía esta una época de la que ha huido tradicionalmente la novela histórica. Tampoco la historia ha sido capaz de ofrecer una visión adecuada del periodo que continúa al trienio liberal, conocido como década ominosa, en una sucesión de trienios, décadas, sexenios muy ampulosa y poco atractiva. Esta novela pretende llenar estos huecos y nos traslada a un periodo muy importante en la historia de España, en el que se forjan las naciones, la literatura contemporánea y la sociedad actual. También es el momento de la creación de la España que hoy tenemos como tradicional: toros, flamenco, bandoleros... Una realidad que conocemos a través deCuando fuimos bandoleros, una novela que te sorprenderá.
El llamativo diseño de la portada, realizados por Javier Villaescusa, ofrece una imagen difícil de contemplar. El perfil de un bandolero dibujado por una patilla y el flequillo y camuflado tras un pistolón. Una obra que se presenta ilustrada y en papel de calidad. Los dibujos son obra de Francisco Espinosa y reflejan aspectos de la vida en la época: moda, costumbres, aptitudes.
La historia nos narra las aventuras de Marc Perelló, un joven catalano-aragonés que vive en un convento en la frontera entre Aragón y Navarra y que decide abandonar para viajar al sur. Allí recala en Orihuela desde donde se organiza buena parte del contrabando del sur de Alicante, relacionándose con unos contrabandistas de la zona. Desde allí emprenderán una serie de viajes por la España más violenta de toda la edad contemporánea, previa a la primera guerra carlista y envuelta en problemas políticos y sociales muy graves. La Mancha y Andalucía serán sus principales destinos.
Personajes principales:
La novela pasa del tratamiento coral al individual con asiduidad, reflejando ambientes y pueblos con maestría. No obstante la historia principal es la de Marc Perelló, un joven con ansias de conocer mundo que se topa de bruces con un ambiente muy enrarecido en el que aprende a golpes de vivencias.
Huérfano, sus referentes familiares son su padrino, prior de un convento en Tauste, Zaragoza y posteriormente La Flaca y el Yesero una turbulenta pareja que reside en Orihuela. Claro que buscará numerosos maestros, un religioso francés de nombre Michel o un ex-militar británico de nombre Graham que fomentarán su principal afición el aprendizaje de idiomas.
Otros jóvenes también ocuparán lugares especiales en su vida, Caridad, Moliner, Serrabrava.
Enlaces:
La ambientación.
Son muchos otros los personajes que aparecen, entre ellos los integrantes del hampa y de la sociedad oriolana, los miembros de la partida que afronta uno de los viajes o algunos de los más famosos bandoleros del periodo como Jaime el barbudo o José María el Tempranillo. Muchos de ellos son reales, mezclándose con personajes ficticios. Igualmente se narran hechos históricos con otros inventados en una mezcla difícil de desentrañar.
Los lugares que aparecen en la narración han sido elegidos por su extraordinaria belleza. Los Pirineos, El desierto de las bardenas reales, La sierra de crevillente y la costa oriolana, La Mancha, La Sierra Morena y la de Andújar; así como la de Ronda constituyen hermosos parajes en los que transcurre la acción. Junto a ellos hermosas ciudades como Pamplona, Zaragoza, Orihuela, Ronda, Málaga junto a pequeños pueblos de sabor tradicional recrean el ambiente de la España mágica del siglo XIX:
Estructura-argumento.
Pese a lo que se pueda suponer el argumento se aleja y pretende terminar con la idea tópica del alma noble arrojada por la injusticia al mundo de la violencia. Tampoco responde a la adscripción milagrosa de un alma descarriada al bando justo. Esta y otras historias convencionales de bandidos se ven desterradas en Cuando fuimos bandoleros que sorprende con su tratamiento y con su inesperado final.
Estilo.
El autor de la obra, Pedro Miguel Plaza, es poco dado al detalle descriptivo y más propicio a la acción y la psicología de los personajes; así como a la creación de ambientes humanos lo cual obliga al lector a poner de su parte en la recreación física. También es escrupuloso en la aportación de datos históricos. Se trata de un tipo de literatura muy influenciado por aquellos contemporáneos a la acción, antes de que se pusiera de moda el realismo descriptivo. Además se recrea la acción en forma de libro de viajes muy al gusto del momento. Viajes y aventura en un estilo que el propio autor ha definido como neorromántico, actualizado con fórmulas vanguardistas como el suspense, la mezcla de tiempos verbales y personas en la narración, la influencia de la novela negra o la escritura de guiones. Una novela que sin duda te sorprenderá.